jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº1961

Sociedad | 20 feb 2021

Fin del misterio en Mar del Plata: la escultura en Playa Chica es obra de un cirujano

En una conferencia de prensa, la Municipalidad presentó al autor de la estatua que sorprendió a marplatenses y turistas. Se trata del cirujano y artista plástico Mario Magrini, hijo de los fundadores de la Guardia del Mar.


 

Se terminaron las especulaciones en Mar del Plata: la escultura que sorpresivamente apareció en Playa Chica y que motivó la curiosidad e interés de marplatenses y turistas no es un homenaje a la vicepresidenta Cristina Fernández, no fue realizada por una profesora de cerámica ni está basada en una modelo de la escuela Martín Malharro como se dijo en los últimos días. Este sábado se supo que el autor es un reconocido cirujano plástico de “La Feliz” con inclinaciones artísticas, el doctor Mario Magrini (65).

Magrini, cuyos trabajos se pueden observar en la galería virtual de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, es hermano del director de la Guardia del Mar, Alejandro, y uno de los cuatro hijos de los fundadores de la Guardia, Norma Fuloni y Mario Magrini.

El cirujano, incluso, fue miembro de la banda de música de la Guardia, donde tocaba el redoblante antes de ingresar a la carrera de Medicina.

“Una travesura”

Durante la conferencia de prensa posterior a su presentación, Magrini contó que realizó la escultura de la mujer sentada que se toma las piernas mientras mira hacia el mar “hace varios años” y dijo que decidió ubicarla en ese punto de la costa de Mar del Plata “para enaltecer el hecho artístico”.

“Jamás pensé en la repercusión que podría tener esta escultura. Solo quise hacer una acción artística que mi familia conocía y la puse en esa zona de la costa. Yo lo calificaría como una travesura”, añadió en la rueda de prensa, junto al secretario de Cultura de General Pueyrredón, Carlos Balmaceda, y la directora de Restauración de Monumentos Históricos, Costanza Addiechi.

El cirujano, citado por La Capital, aclaró que “no fue una estrategia de marketing”, sino “para que la protagonista sea solo la obra misma en un entorno que la completara”. Estas características, aclaró, “le dieron un halo de misterio que enriqueció y superó a la obra misma”.

Contó también que una “arquitecta amiga” le sugirió la “loca idea” de emplazar su obra en forma sorpresiva en el espacio público, de tal manera que irrumpiese con cierto enigma para luego evaluar el impacto que podía tener. “Lo pensé como una travesura nocturna”, dijo.

“Nunca pensé en la amplia repercusión y cobertura periodística de los medios locales, nacionales e internacionales”, se sinceró el cirujano, al tiempo que expresó que “el arte es mi pasión”.

Enigma en la madrugada

Magrini confesó que instaló la escultura durante “la madrugada del 5 de febrero”. Detalló que la trasladó desde su casa en el baúl de su auto y utilizó una zorra para ayudarse a llevarla hasta el punto elegido en Playa Chica. “No puedo negar mi taquicardia ni tampoco mi emoción de poder cumplir este loco proyecto. No pensé que fuese a durar más de una semana, por ser removida, por robo o destrucción, pero no fue así”.

Incluso contó que en los últimos días volvió varias veces al lugar para ver la reacción de la gente, sin develar su autoría, de incógnito.

Se sorprendió también con la repercusión del misterio y las teorías que surgieron en torno a la obra y las sensaciones que provocó en la gente. “En cada cual generó un mensaje diferente, el que esperaba. Y eso es maravilloso. Objetivo más que cumplido”, dijo y agregó que la pieza “ya es de todos”.

El secretario de Cultura, Carlos Balmaceda, se refirió a la pieza como “una bella escultura que despertó muchos interrogantes e historias” al aparecer en la costa. “Nos parece importante también ya que se había generado un lindo misterio, tomar contacto con el escultor y sacar algunas conclusiones entre el arte y el espacio público”, dijo. (DIB) 

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