jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº1961

Nacionales | 3 oct 2022

“Teto” Medina contó cómo fue su ingreso a las drogas y qué lo vincula a “La Razón de Vivir”

El conductor admitió que él cobrada un porcentaje de dinero por cada joven que se internaba.


El conductor Marcelo “Teto” Medina rompió el silencio luego de haber sido detenido y liberado seis días después, vinculado a la causa de la comunidad terapéutica “La Razón de Vivir”, investigada por explotación laboral y reducción a la servidumbre.

Medina habló en el programa “Argenzuela”, por C5N, donde hizo un repaso de cómo llegó al mundo de las drogas y cómo se acercó a la organización. “Hace unos años muere mi papá y caigo en una depresión grave. Yo siempre fui un tipo alegre, tomaba jugo y era deportista, pero a los 48 años entré en el mundo de las drogas. Y me encuentro que no sabía qué hacer con mi vida. La droga te lleva a un lugar donde no te importa nada, donde sos una basura y no te querés”, indicó.

“Tuve la valentía de hablar con mi hija y decirle que estaba mal, que hiciera algo porque no podía conmigo. Había tenido dos o tres episodios personales de estar tirado en la cama y decir si matarse era esto, yo lo hacía”, apuntó.

“Conocí a una persona que estaba charlando y me dice: ‘Pintó ahí’. Mi cabeza estaba destruida, porque esto es una cuestión de autoestima, y entré. Tomé cocaína y sos Superman, es algo muy engañoso. Por las drogas perdí todo, no tengo ni auto”, expresó.

“Hay un montón de chicos que están internados, que si salen y no tienen contención, mañana van a tu casa y hacen desastres. Pero no porque sean malas personas, sino porque ellos mismos no pueden con ellos. Llega un punto que la droga te lleva a detestarte, te odiás”, reflexionó.

“Cuando termino mi tratamiento de internación –explicó casi sin pausa-, empiezo a ir a grupos y juntarme con gente en rehabilitación. Ahí aparece el ‘Teto’ Medina, la tele me salvó la vida. Porque cuando entro en los grupos, decían: ´Estoy internado con el ‘Teto´. Y llego a coordinador de grupo, empiezo a sentir que necesitaba vivir en recuperación. Y vivo feliz”.

Al ser consultado sobre su imputación, aclaró: “Yo a ese lugar iba los martes a las 11 de la mañana y a las 17 estaba en mi casa. Explicame qué puedo saber yo si iba nada más que seis horas por semana. Pero lo que le dije al fiscal es: ¿por qué ningún chico me lo vino a contar? Nunca vi nada”. Sobre las condiciones edilicias del lugar, detalló: “Yo las habitaciones nunca las vi. Almorzaba con los chicos, comían bien. No se querían ir”. En ese sentido admitió que cobraba un porcentaje por cada chico que se internaba: “Sí, 2.500 pesos. Estamos hablando de seis chicos en un año. Yo desconozco cómo es la incorporación”.   

En tanto, volviendo a la causa por la que está imputado, cerró: “Me muero por ver a los chicos. Es más, sigo recibiendo mensajes”. (DIB)

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